La pensión de jubilación, a tener en cuenta si te marchas a trabajar al extranjero

La mitad de los jóvenes de la Unión Europea (UE) desempleados están dispuestos a emigrar para conseguir un trabajo, según datos de Eurostat. En el caso de España la cifra aumenta hasta un 64%, situándose como el tercer país donde los jóvenes desempleados están más listos para marcharse a trabajar al extranjero, solo por detrás de Portugal (71%) y Suecia (66%).
Del mismo modo, un 28% de los desempleados españoles de entre 20 y 34 años están preparado para salir de la UE con el objetivo de buscar trabajo —solo superado por Suecia (34%)—, mientras que el 15% está listo para trasladarse a otro país de la Unión Europea y el 21% para hacerlo dentro de España.
Los jóvenes españoles son de los más dispuestos de Europa a la hora de ir a trabajar al extranjero
A la hora de poner sobre la mesa los pros y los contras de tomar esta decisión nunca falta la familia, los amigos, el sol, la sanidad, la economía o la experiencia vital. Pero en la gran mayoría de listas no se tiene en cuenta un asunto que a la larga será vital: la pensión de jubilación.
Lo más probable es que cuando se tome la primera oportunidad de irse a trabajar al extranjero no se hayan cumplido los 30. Una realidad que dificulta pensar en el retiro, tal y como pone de referencia el estudio ‘Perfiles y estilo de vida ante la jubilación‘, elaborado por Caser. Pero no organizar desde el principio este apartado o dejarlo pasar de largo puede traernos consecuencias muy negativas en el futuro.
En la lista de pros y contra deberían estar por delante los países de la Unión Europea, Suiza o del Espacio Económico Europeo. Es decir, Islandia, Noruega y Liechtenstein. Ya que todos ellos aplican los Reglamentos Comunitarios de Seguridad Social, y por lo tanto reconocen los periodos cotizados de forma recíproca.
En un segundo nivel, deberíamos colocar a los países que mantienen un convenio bilateral con España. Es el caso de Andorra, Brasil, Estados Unidos, Japón, Ecuador, Perú o Túnez, entre otros. En muchos de ellos la operativa es equitativa al caso anterior, pero cuidado porque hay determinados países que introducen excepciones como México, Canadá o Estados Unidos. Por ello, es recomendable acudir siempre al texto de cada convenio.
Y por último, a la hora de pensar en la jubilación si hablamos de irnos a trabajar al extranjero, deberíamos situar en un tercer nivel los países sin convenio bilateral.